Salimos de Aurangabad a eso de las 12 y media o una y tardamos en llegar
a Nasik unas 5 horas. El viaje lo hicimos en un public bus, en esta zona los
llaman autobuses gubernamentales. El precio, creo recordar, andababa sobre las
180 rupias por cabeza.
La familia de Ipati con Ipati a la derecha |
El trayecto lo hicimos sentados en la penúltima fila, detrás de nosotros
viajaba una familia. Llevaban a una niña preciosa que se llamaba Ipati. Según
la miramos nos sonrió con vergüenza. Se la veía un poco triste, un poco
aburrida. Iba sentada junto a la ventana que estaba detrás nuestro. La
preguntamos su nombre en hindi "App kianam kia he?" nos contestó con
ojos de sorpresa "Ipati". Sus familiares se reían y miraban entre
ellos sin entender que dos guiris hablaran hindi. Entonces nos empezaron a
hablar como si entendiéramos todo y alguna que otra cosa con ayuda de un chico
que estaba allí sentado íbamos pillando. Regalamos a Ipati unas pulseras que
llevábamos en nuestra mochila, unas
pulseras que nos regalaron en Pushkar y que por una cosa u otra seguían en
nuestro poder molestando en la mochila. Le dimos las mejores y se las puso muy
contenta. Nos enseñaba las pulseras levantando el brazo. En una de las paradas
le compramos una chocolatina que repartió con toda la familia y a nuestro
ofrecimiento de una galleta nos dijo que no. Nunca cojen nada de comida que
esté abierta y sin embargo se limpian el culo con la mano. Igualmente nunca
beben de ningún recipiente tocando este con los labios pero cuando comen la
comida la cogen con la mano y se meten los dedos en la boca.
Estaci'on de autobuses p'ublicos |
Llegamos a Nasik a las 5 y pico y comenzó la búsqueda de un Guest House
barato. Buscamos en los que a parecen en la guía y más de lo mismo, siempre
están llenos. Así que gracias a un hombre muy majo que estaba en la recepción
de un Guest pudimos ir a un par de hoteles que no aparecen en ninguna guía
sacando un precio más que razonable. En India cuando te dan un precio por noche
hay que pedir una rebaja y si no te la dan intentarlo con el hecho de quedarte
varios días o decirles que este día lo ocuparás en encontrar otro hotel más
barato.
Al final nos quedamos en uno por 450 rupias la noche.
Una de tantas orquestas que se ven por India |
La habitación estaba limpia, con unas vistas a una calle cubierta de
basura y lo mejor de todo, una ducha con
una potencia en agua caliente que no veíamos desde que saliéramos de España.
Fuimos a cenar, aquí cenamos a eso de las 7 y media 8 y de allí nos
fuimos a colgar el Post del día, el de Ellora. Tras colgar el post miramos
nuestro correo y vimos la noticia que me ha dejado hecho una birria estos días.
Nos fuimos a dormir.
En los Ghats de Nasik |
Al día siguiente nos levantamos muy temprano. Salimos a dar una vuelta
por Nasik. Habíamos leido que aquí se celebra el Kumbh Mela, una celebración
relijiosa que se hace cada 16 años y que congrega a millones de personas en la
ribera del rio de Nasik el Godabari. Este rio es sagrado y sus aguas son
santas. Aquí nació Sai Baba. Este hombre es un santo que vivió en Nasik muchos años, su imagen aparece
por toda India. Lleva un pañuelo en la cabeza y tiene barba blanca. Es muy
querido en la región y se le atribuyen muchos milagros.
Uno de tantos que pululan por las calles sin rumbo |
Bajando hacia los Ghats del Godabari vimos de todo. Nos llamó mucho la
atención ver a un hombre de no más de 25 años, descalzo, arrastrando los pies,
con mucha sucidad en el cuerpo. Cubierto de una tela que le cubría gran parte
del cuerpo, sin nada más deambulaba por la calle. Parecía ido, absorto en sus
pensamientos. Andaba por delante nuestro y terminó sentándose al final de la
calle, con la cabeza baja, la mirada perdida y sus genitales al aire.
Allí mismo una mujer gritaba a todo el mundo que pasaba a su lado, ni
nos miró. Gritaba una y otra vez como si tuviera algo malo que decir a toda la
gente. Algunas personas la miraban mal y otros simplemente la oían y se reían
al mirarnos como diciendo "si supieras que burradas está
diciendo...".
Desayunamos algo antes de terminar en los Ghats.
Otra zona de ghats |
El que mira hacia atras es Rajeer |
Los Ghats de Nasik son muy especiales, solo comparables a la energía que
se respira en Varanasi. Ni por asomo imaginamos encontrarnos en un lugar que
nos impresionara de esa manera. Caminamos por sus puentes, hicimos algunas
fotos y nos paramos a descansar en uno de los pequeños pasos que hay entre los
Ghats. Allí se nos acercó Rajeer Purohit. Un hombre de Rajastán de 28 años,
gerente de una empresa afiliada a Maruti. Maruti fabrica coches y componentes
de motores. Empezamos a hablar con él y en pocos minutos tuvimos un feeling
increible con aquel tipo. Nos hablaba en hindi y a pesar de no entender ni papa
de hindi entendíamos todo lo que nos decía por los gestos que empleaba al hablar.
Nos enseñó los Ghats, paseamos por sus orillas. Nos presentaba a sus amigos como "Spanish dost", los amigos españoles. Y cada vez que lo hacía se le iluminaba la cara. Caminamos por el bazzar de Nasik, vimos varios templos y nos acercó al templo de Rama.
Nos enseñó los Ghats, paseamos por sus orillas. Nos presentaba a sus amigos como "Spanish dost", los amigos españoles. Y cada vez que lo hacía se le iluminaba la cara. Caminamos por el bazzar de Nasik, vimos varios templos y nos acercó al templo de Rama.
La oficina mas txiki del mundo |
De allí fuimos a su oficina, era la oficina más pequeña del mundo. Las
sillas para los clientes estaban contra la pared en lugar de frente a su mesa
porque no entraban. Si te sentabas a tomar un chai, como hicimos, las rodillas
tocaban con la pared de enfrente. La mesa estaba vacía y solo un cartel de
precios en una de las paredes completaba su moviliario así como un poster de
unas islas del caribe que venían a decir "este es el paraiso". Nos
contó que estaba casado y tenía un hijo pero que estos vivían en Bikaner, al
norte del Rajastán y que el viaje hasta allí era largo y caro. Llevaba sin ver
a su familia dos meses y le quedaban otros dos meses para que ellos vinieran a
vivir a Nasik.
Increible Thali |
Nos llevóa a comer un thali en la zona del bazzar. Allí iba a comer
todos los días y por todo el rato que pasó entre nosotros le invitamos a comer
lo cual agradeció de buena manera.
El thali que comimos era espectacular, los garbanzos que llevaba eran de
lo mejor que he comido en mi vida, eran garbanzos verdes con una textura
ligeramente dura pero de un sabor exquisito. Las patatas en su punto y el dall
de lentejas estaba genial. Cada uno de los thalis nos costó 70 rupias y los
tres salieron por 210 lo que viene a ser menos de 3 euros.
Salimos de allí y nos sentamos en los Ghats, nos echamos unos cigarros
con él mientras fardaba de amigos guiris y se despidió con mucha pena para
volver al trabajo que tenía olvidado desde hacía varias horas por estar con
nosotros.
Buscando cosas perdidas |
Seguimos caminando por los ghats, y nos sentamos en diferentes puntos.
En algunos lugares había mujeres con platos de buscar oro. Recogen tierra del
fondo de los ghats y la mueven hasta que aparecen pendientes, monedas o
cualquier cosa de valor. No les gusta que les saquen fotos, mejor dicho, no les
gusta a quien maneja el cotarro, hay una especie de mafia montada en este
sentido ya que las que criban la tierra no dijeron nada sobre mi presencia con
la cámara.
Buscando con Iman |
Hay también en la ribera del rio niños que juegan con una cuerda que a su fin está atada a un imán. Lo lanzan lejos y lo arrastran or el fondo recogiendo monedas y un sin fin de broches, enganches y todo lo que se pegue al imán. Lo hacen a modo de juego y entre lanzamiento y lanzamiento se pegan un chapuzón en esas aguas un tanto sucias.
En el mercado de frutas y verduras |
Un poco más allá está el mercado de frutas, el que dicen que es un
mercado colorido que en verdad lo es. Frutas de todos los colores, verduras y
frutos secos, así como pigmentos de vivos colores y multitud de gente que va de
lado a lado. Esta ciudad es una ciudad muy visitada por los indios al ser
sagrada.
Si alguien se pregunta si se pone guantes le dire que no y si se los pusiera usaria siempre los mismos |
También, como en Orchha, encontramos al tatuador asesino que hay en
todas partes. A este respecto creo haber dicho todo lo que había que decir,
este tipo al que preferí no fotografiar es un asesino en potencia, alguien que
debería estar en la cárcel. Ahora bien, tan culpable él como las autoridades
que lo permiten.
Cansados de caminar nos sentamos en un puesto de chais a tomar un té.
Mientras lo tomábamos nos percatamos que los vasos de los que bebíamos se
lavaban en las aguas de los ghats y que las probabilidades de coger algo eran
altas. Por suerte estamos inmunes después de tres meses por India.
El padre de familia que nos regalo la foto |
Tras esto nos sentamos en la otra orilla y allí esperamos a la puesta de sol que disfrutamos rodeados de niños que jugaban en las escaleras. allí mismo una familia hizo sus rezos y mandaronn a un hombvre hacernos una foto con ellos. Foto que nos regalaron en papel un buen rato después, suponemos que ellos tendrían otra copia.
Con la cria de nombre Chaculi y sus amigos en los Ghats |
El rato con los niños fue genial después de estar todo el día dando
vueltas a lo que había ocurrido ayer. Personalmente me levantó el ánimo y me
devolvió a India, lugar del que me había ido hacía más de 24 horas. A pesar de
ser un día muy triste todo transcurrió con calma, conocimos mucha gente y
disfrutamos de un buen rato con los peregrinos llegados a Nasik.
El vendedor de chai que limpia los vasos en los ghats |
Nasik nos ha resultado una ciudad muy dura, con una miseria comparable a
Bombay o Varanasi y con una energía que iguala a esta última ciudad nombrada.
Nasik hay que verla.
Ahora, montados en el autobús vamos camino de Pune, por segunda vez.
Esta vez ya tenemos avisado a dolby que nos asegura tener una habitación en un
Guest House de un amigo a buen precio. Aún nos quedan un par de horas o tres
para llegar, cada vez estamos más y más cerca de Bombay.
Atardeciendo en los Ghats |
Hay que decir que en Bombay pasaremos un día entero rodeados de niños de
la calle con la asociación Sonrisas de Bombay que han accedido a atendernos y
mostrarnos sus proyectos. Además esta tarde nos pondremos en contacto con otra
asociación de la que nos ha dado el teléfono un amigo de Santander, gracias
Javier Simón, estamos muy agradecidos.
El adsl que teníamos ha caducado y cuando hemos ido a recargarlo nos han
dicho que al estar comprado en Calcuta no se puede recargar nada más que allí,
creemos que no han sabido hacerlo así que dependemos nuevamente de los cyber
cafés que son leeeeeeeentos hasta decir basta.
Gala y Rajeer en los Ghats |
Pune nos depara una salida nocturna con Dolby que está de vacaciones,
tenemos mucha curiosidad de ver como se divierte la gente en India.
Sin más, despedirnos de todos, familiares y amigos, en especial Pilar la
tercera elementa de este viaje. En breve volveremos a vernos. Un abrazo enorme.
Namasté mira dost!!!!!!
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