PASEANDO POR VARANASI

En el barullo de la calle

Varanasi nos atrapó. Sus calles atestadas de gente, sus procesiones de difuntos acompañados de cánticos "branbran siapta he!!" que se repiten sin descanso hasta llegar a la pira funeraria. Los olores intensos que van desde el olor a carne o pelo quemado hasta el olor de orines macerados al sol durante semanas. Las montañas de escrementos de vacas y búfalos que se reparten como minas antipersona que el visitante tarde o temprano termina por pisar. El montón de gente que se acerca y  te repite una y otra vez "Do you want a boat?" o el grupo de masajistas que prometen un masaje perfecto por penas 10 rupias que al terminar pasan a ser 100 por cabeza.

Los crematorios o
Ghats de los reyes

Los pequeños comercios que se reparten por toda la ciudad ajenos a la procesion de difuntos. Los puestos callejeros de comida donde comer "Potato tikia" o las camadas de perros de las calles. Los grupos de personas que se reunen en los ghats y te clavan la mirada espectantes de ver piel blanca. Los pájaros pescadores del rio, los niños pescadores y los peces enormes que saltan entre las barcas. Las mujeres y hombres que lavan su ropa en la orilla, añadiendo más mugre a su ropa sucia.

Cremaciones, esta es la foto más cercana que se puede hacer sin que te partan la cara

Las cometas tiradas por niños y no tan niños, los sadus que piden en cada esquina, los monjes que caminan pensativos y los montones de personas que duermen en cualquier parte. Los bueyes enormes que en manada recorren las escaleras y que son lavados por algún hombre medio desnudo.

El rio te recibe en toda su grandeza cada mañana, tan grande que en ocasiones se tiene la sensación de estar frente al mar.

La niebla y contaminación se quedan sobre el rio todo el día cubriendo todo de una tonalidad anaranjada que le da un aire mágico a esta ciudad.

Las batallas de cometas en los Ghats entre niños y mayores que entrenan todo el año para enfrentarse todos los 20 de Enero (día de San Sebastián). Los participantes miran al cielo y tiran de los hilos que sujetan sus cometas. En silencio, tranquilos y saltan de alegría cuando cortan el hilo de su contrincante. La cometa del contrario cae como una hoja que se desprende de un árbol. El perdedor recoje su cometa y la vuelve a unir al hilo recién conrtado. Una cometa cuesta a penas 5 rupias y se compone de papel muy fino y caña. El truco está en esperar a que la cometa sola apunte en una dirección, una vez alcanzada la posición deseada se tira con fuerza del hilo y la cometa avanza en el cielo.

Meando en la calle

Las calles del centro histórico de la ciudad son calles angostas por donde no se permite la entrada de los tuc tuc. Las personas hacen sus necesidades en cuclillas, de manera muy discreta se agachan y proceden a hacer sus necesidades.

Comprando camisetas

Ayer en medio de las procesiones de difuntos nos metimos en una tienda a comprar una camiseta. Nuestra ropa está tan sumamente sucia que ya no expulsa la mierda acumulada así que procederemos a desacernos de algunas cosas que ya son parte de la India.

Esta mañana nos levantamos a las 5 y media de la mañana con la intención de ir al rio a ver el amanecer. Los días anteriores la niebla no dejaba ver el rio ni la ciudad, hoy ha hecho buena mañana y nos hemos acercado al rio a navegar con un hombre en su barca. Aquí hay una mafia mmontada con el tema de los barcos increible. Se supone que hay barcos oficiales que te cubren con un seguro en caso de acidente.

Varanasi a primera hora

Amanece en Varanasi

El problema es que si te caes al agua posiblemente no mueras ahogado, es más que provable que mueras vomitando tras traga algo de agua ya que el rio está tan sucio que el asco que debe de dar es más que suficiente como para no parar de echar líquidos por la boca. Sería morir ahogado sin tragar agua del rio. A lo que iba, están las barcas oficiales y luego las cientos ilegales, antiguas barcas de pescadores que cobrean mucho menos que los oficiales. Los primeros piden 200 rupias por cabeza, te dan una vuelta de dos horas y te pasan all otro lado del rio. Los segundos te piden 40 rupias por cabeza y te dan una vuelta de a penas una hora sin acercarse al otro lado. Dependiendo de donde se coje te puede pasar lo mismo que a nosotros.

Barcas de pesca en el Ganga

Remontar el rio lleva su rato y los barqueros ilegales se dan la vuelta antes de llegar al segundo de los ghats de incineración. Esta es la única manera de ver y fotografiar los ghats desde cerca. Nuestro marinero de agua dulce se dio la vuelta a mitad de camino. Cuando nos dejó en el lugar en el que empezamos el paseo todavía nos pidió "tips", la propina. Lo miré con una sonrisa y me acordé del cálculo del otro día con el hombre que ponía la tela en el paquete para enviar por correo. Le respondí "Yes of course!!!" y nos fuimos sin darle nada. Aquí te la lian por menos de nada y en dos segundos te sacan 50 rupias como quien no quiere la cosa. Al principio siendo conscientes de ello nos dejábamos engañar pero ahora ya no.


El paseo ha sido interesante y hemos vuelto al hotel a desayunar. A las 7 y media de la mañana estábamos desayunando unas tortillas francesas con tomate y queso, unas tostadas con mermelada y unas pancakes de chocolate con plátano.

El día de hoy se presenta tranquilo, nos dejaremos llevar de tranqui y compraremos de una vez los billetes para ir a Bodgaya.

Empezando la ruta en barca

Varanasi nos ha atrapado con su magia, con sus gentes y sus costumbres. Si en India se tiene la sensación de que todo el mundo quiere sacarte dinero por todo aquí se multiplica por 10 esa sensación. Esta ciudad merece mucho la pena y es tan impactante que a más de uno le dejaría K.O. de no haber visto más India. Es una ciudad muy dura que te ayuda a poner aún más los pies en la tierra.

Adaptation!

Para terminar diremos que ayer por la noche bajamos a los Ghats para ver el eclipse de luna. Apuntaba a ser un hecho fascinante que se eclipsó por un grupo de indios curiosos de vernos que se situó entre nosotros y el eclipse. Así que vimos poco pero nos reimos mucho. cuando estábamos con ellos hablando llegó un niño con su madre. Llevaban un cubo de agua del Ganges y otro con polvo recogido del lecho del rio. En un saco llevaban polvo de carbón del que queda en la parte baja de las montañas de carbón. Mojaban el polvo y lo mezclaban con el carbón para hacer unas bolas de carbón de muy baja calidad que luego venden por la calle. Aquí siempre saben como sacar el dinero justo para tirar para delante.

Palacio real

Estamos muy bien, con ganas de visitar la ONG de Calcuta. Aún no hemos tenido contestación de ellos pero confiamos en que nos contestarán en un día o dos.


El constipado que parecía haber desaprecido ha regresado con poca fuerza. Aquí todos los extranjeros pasan por el mismo calvario, tos y diarrea, es lo que hay, This is India!!!!! :) Esta ciudad es INCREIBLE!!!!





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Namaste mere dost!!!!!