BODH - GAYA, EL DISNEY BUDA

Foto en Varanasi

Deidimos pasar por Bodgaya, para ello lo primero que había que hacer era pasar por Gaya. Bodgaya es la ciudad del budismo en India. Aquí llegan peregrinos de todas partes del mundo y está hasta la bandera. Chinos, japoneses, koreanos, europeos... de todos lados. Es el Disney buda preferido por todos los budistas ya que Lasha, la capital del Tibet y auténtica residencia del Dalai Lama está ocupada por los chinos desde hace más de 30 años y este se encuentra exiliado. 

FREE TIBET!!!!. 

Algo falta en esta foto. Varanasi.

"Todos mirando"

Entre Diciembre y Enero se juntan oleadas de personas en Bodgaya atraidos por la presencia del Dalai Lama que abandona su residencia habitual para pasar el fin de año aquí. Llegamos a la estación de Gaya a eso de las 12 de la noche tras un larguísimo recorrido en tren en donde compartimos una cama de madera muy estrecha que nos obligaba a ir sentados con calambres durante horas interminables. A nuestro alrededor había muchísima gente, algunos dormían en el suelo rodeados de porquería. Se les veía super agustito. El resto que permanecían despiertos nos observaban atentos como si fueran a comernos de un momento a otro. Engtrar en el tren nos costó un poquito, aquí cuando llega el tren a la estación hay tortas y aquel que parece que le falta un brazo y las dos piernas de pronto se convierte en el que más leches reparte para entrar en su vagón, es una locura total. Increible de ver. En uun momento dado mientras el tren se encontraba en el anden parado apareció un hombre con las piernas atrofiadas por la polio, aquí de esos hay a patadas, estaba pidiendo y a medio vagón el tren empezó a andar y el aún no había salido. Empezó a meter meneos a la gente para que le dejaran pasar y consiguió saltar con el tren en marcha. Para haberse matado!.

Gala, Pilar (disimulando para la foto) y yo

El viaje en tren fue una tortura total en la que nos ganamos a los compañeros de viaje con alguna palabra en hindi que soltó Pilar con mucha gracia.

sobando a full en
el suelo

Llegamos a la estación de Gaya, allí nos esperaban un grupo de tuctuteros que pelearon verbalmente entre ellos para llevarnos a Gaya. Al final uno que parecía majo y que al final no lo fue tanto nos llevó por 120 rupias hasta la otra ciudad, eran 10 kilómetros. Cuando llegamos a Gaya nos dimos cuenta que el encontrar sitio en un hotel además de caro iba a ser dificil, estaba todo lleno y pedían unas cantidades para pasar la noche que nosotros no podemos permitirnos. Si normalmente pagamos los tres 300 rupias aquí nos pedían de 600 para arriba. Para más colmo el tuctutero no se conocía la ciudad y terminó perdiéndose por entre montones de calles a oscuras. Cuando nos decidimos a pagar 600 por uno, el más barato, el chaval del tuc tuc se puso un poco chulo y terminamos discutiendo de manera acalorada. Se fue acordándose de nuestras familias, cosa que agradecimos con el mismo gesto.

Por la mañana recogimos nuestras cosas y fuimos a ver el templo donde se cree que buda (Keanu Rives en la película) pasó varios días bajo un árbol meditando hasta que una serpiente le cubrió con su cuerpo para evitar que se mojara con la lluvia.

Bodh-Gaya

El templo estaba bastante bien y había muchísima gente rezando, el Dalai Lama debía estar por allí cerca. Tras hablar con un chavalito de 8 años que nos regaló una flor sin pedir rupias a cambio, cosa rara, nos montamos en otro tuc tuc que nos llevó a Gaya. Por ahora este trayecto es lo más parecido a lo que teníamos en la cabeza de India en cuanto a paisaje.

Esperamos casi dos horas a la llegada de nuestro autobús que nos llevaría a Calcuta.

El viaje en tren a Calcuta ha sido un auténtico tormento de lo largo que ha sido. Cuando se viaja sin prisa los viajes no se te hacen largos, se hacen incómodos o pesados pero nunca largos. Estuvimos en una litera de autobús 12 horas.

Me meo!!!!! aaaaaaaaaaahhhhhh!!!!! Se imparten clases de mear en la calle con estilo

Incinerando cuerpos en Varanasi.
Esto es lo m'as cerca que pude
hacer la foto

A eso de las 11 y media el autobús se paró en una estación de servicio en medio de la carretera. Teníamos 45 minutos para cenar y aunque teníamos hambre tampoco se pude decir que nos muriésemos por cenar. La cosa es que nos bajamos del autobús y nos dirijimos directamente al comedor de carretera que allí había. La gente se arremolinaba junto al hombre que cobraba y había un alboroto enorme ya que habiamos coincidido 5 autobuses. Si la capacidad normal de un autobús es de 50-60 personas aquí lo normal es que vayan en cada autobús cerca de 200. Es una pasada. Me puse en la cola mientras Gala y Pilar iban al "baño". El conductor dela utobús, muy atento, me vió y le dijo algo al cocinero "era el Arguiñano de Uttar Prades". El cocinero iba de tonos oscuros, con barba y bigote. Su ropa tenía la misma cantidad de suciedad que el garito aquel. Se acercó a mi y me dijo "rice", eso lo entendí y le dije que si. Así que a los 3 minutos y sin necesidad de esperar la cola nos puso 3 PLATAZOS de arroz PLAIN (plain es sin sabor ni nada) que cuando vimos pensamos "de uno comemos los tres" y que pronto supimos que no terminaríamos. El arroz, que estaba sobre un plato dividido por compartimentos, iba acompañado en uno de estos compartimentos de patatas y en otro de patatas. Si, no me he equivocado, era arroz, patatas y patatas. Imposible de terminar. Lo que pasa es que nos dio tanto apuro levantarnos sin comerlo todo que terminamos metiéndolo en una bolsa para alimentar a unos perros que había fuera. El cocinero se acercó a preguntar si queríamos más, por supuesto dijimos que no. Mientras salíamos con la bolsa escondida y estábamos a punto de dar ese arroz a los perros salió el cocinero que casi nos pilla en plena faena. Podemos jurar que a pesar de que era el arroz más suelto y mejor hecho del planeta era como no comer nada ya que no sabía a nada en absoluto. Las patatas picaban a morir, los dos tipos de patata.

Limpieza en el Ganga

Así que esta mañana nos hemos despertado en Calcuta. Hemos llegado a las 6 de la mañana. Nada más bajarnos nos hemos subido a un taxi (aquí no hay tuc tucs) y nos ha llevado a la zona de Guest house de Calcuta. Al bajarnos nos ha pedido 120 rupias que por supuesto no hemos pagado. Ya no nos engaña ni dios. Le hemos dicho que le dábamos como mucho 40 y que si no estaba conforme e insistía en el precio elevado que sabemos que no era que no teníamos incombeniente en llamar a la policía. En ese momento se hizo sus necesidades encima y aceptó el dinero que proponíamos, lo cual quiere decir que aún y todo nos estaba timando. Hemos estado buscando Guest House (hotel) lo menos 3 horas, sudados, sucios y cansados. Al final y tras mucho discutir y ver habitaciones nos hemos quedado en uno sin baño pero limpio. Por la menor de las cantidades que hemos encontrado 400 rupias, una locura para nuestro presupuesto. Luego nos hemos ido a internet. Aquí hemos recibido el mail de la primera de las ONGS que queríamos visitar "Calcuta Ondoan". Muy amablemente nos han dicho que no reciben a nadie desde hace ya algún tiempo ya que según nos comentaban estaban un poco cansados de tanta televisión y tanto fotógrafo porque les incapacita trabajar con normalidad en sus labores cotidianas. Lo hemos entendido perfectamente y les hemos agradecido de todas maneras la contestación. Nos quedamos con muchísimas ganas de visitar este centro y esperamos que en un futuro sea posible.

Cometas en el cielo
de Varanasi

El día de hoy ha sido agotador en todos los aspectos. Nos vamos a dar esta noche el capricho de ir a un "PIZZA HUT", estamos de antojo y nos lo merecemos.

De todas maneras mantenemos el ánimo y las ganas de seguir agusto en este viaje aunque  estamos un poco hasta las narices de tanta comida picante que sabe igual y de los conductores de tuc tuc así como de los satélites que pululan alrededor de los guest house que con una interminable sonrisa intentan sacarte unas rupias por la cara. El mismo tipo te puede ofrecer el mismo hotel a dos preciso diferentes en un intervalo de 10 minutos, es horrible. :)

Hoy es 14 de Diciembre. :(